Desciende la mortalidad por sepsis grave pero aún ronda el 25 por ciento

Diariamente fallecen en el mundo 1.400 personas por sepsis grave, de entre los más de 18 millones de casos anuales. Por eso, tal jornada como hoy se celebra el Día Mundial de la Sepsis, "que pretende concienciar un poco más a la población y a las autoridades sanitarias de la importancia de esta enfermedad. Se muere el mismo número de pacientes por sepsis que por infarto de miocardio", ha señalado Antonio Artigas, director del Centro de Críticos del Hospital de Sabadell, en Barcelona.

El perfil del paciente en el que la sepsis grave se produce con más frecuencia es el de una persona mayor, hombre y con un sistema inmunitario debilitado o con una enfermedad crónica, como por ejemplo la diabetes. Mientras que entre el 50 y 60 por ciento de pacientes llegan al hospital con la infección, el resto son enfermos que están ya ingresados."Se han invertido muchos esfuerzos -una muestra son los 300 estudios realizados-  en encontrar un medicamento específico que ataque la tormenta inflamatoria que sufren estos pacientes. Sin embargo, no ha habido frutos. Lo que ha funcionado es mejorar el tratamiento general". 

Detección e ingreso precoz. 

Según Artigas, "es clave iniciar pronto la terapia antibiótica y para ello es imprescindible reconocer a estos enfermos de manera precoz también e ingresarlos lo antes posible en las unidades de cuidados intensivos (UCI)"; máxime cuando por cada hora que se retrasa el tratamiento la mortalidad crece un 7,3 por ciento. Lo ideal es administrarlo en la primera hora. Precisamente, "el pasado mes de julio dimos por finalizado un estudio español (con la participación de 130 unidades de todo el país) que ha mostrado el impacto del tratamiento precoz con antibióticos en la supervivencia".Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el abordaje de las alteraciones cardiovasculares de manera bien dirigida en los enfermos con sepsis. A los pacientes que no van bien con el tratamiento antibiótico general se les hace una depuración de la sangre "y se les coloca un cartucho de hemoperfusión y adsorción que absorbe las endotoxinas liberadas por las bacterias en la sespsis, reduciendo así la virulencia". El nuevo dispositivo incorpora un potente antibiótico (polimixina B) y es capaz de retener las endotoxinas liberadas por gérmenes Gram negativos. Este dispositivo -Toraymyxin- reduce el riesgo relativo de mortalidad a 28 días en un 64 por ciento y el riesgo relativo de mortalidad hospitalaria en un 57 por ciento. Investigadores italianos han llevado a cabo un estudio al respecto con resultados prometedores. Falta confirmarlos mediante dos trabajos en marcha, uno estadounidense (Euprates) y otro francés (Abdomix).

La mortalidad por sepsis no es un problema nuevo. Éste es el motivo por el que, cuatro años atrás "se puso en marcha una campaña internacional de la supervivencia a la sepsis (Surviving Sepsis Campaign, en inglés), basada en un programa educativo para intentar mejorar el tratamiento siguiendo las recomendaciones recogidas en las guías internacionales para el manejo de la sepsis grave y el choque séptico. Así logramos reducir la mortalidad por sepsis del 40 ó 35 por ciento -hace cinco años- a un 28 ó 24 por ciento".

Escasez de antibióticos

Sobre la escasez de nuevos antibióticos, Artigas ha comentado que "el grito de alarma ya se ha dado a nivel mundial para sensibilizar sobre este problema. Las empresas de la industria farmacéuticas tienen que invertir más dinero en su desarrollo. También es esencial hacer un buen uso de los antibióticos ya existentes".

 

Fuente: Diario Médico