El Virgen del Rocío ahorra un millón de euros al bajar el 26% el uso de antibióticos
El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha conseguido bajar en un 26% el consumo de antibióticos con un programa instaurado hace dos años para evitar el abuso de estos fármacos. De las 1.150 dosis diarias de antimicrobianos por cada mil estancias en el hospital que se empleaban en el primer trimestre de 2011, se bajó en el último trimestre del mismo año a 852 dosis al día. “Son 300 dosis menos, con 300 efectos secundarios menos y 300 impactos menos sobre la flora de los pacientes”, ha advertido José Miguel Cisneros, jefe de sección de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva del Virgen del Rocío y coordinador del programa.
Reducir la resistencia de las bacterias a los antibióticos es uno de los retos pendientes sobre los que ha alertado en repetidas ocasiones la Organización Mundial de la Salud. Algunas infecciones comunes son cada vez más difíciles de tratar porque las bacterias que las generan no responden a los tratamientos conocidos. Diferentes estudios internacionales advierten, además, de que en más del 50% de los casos la prescripción que se hace de los antimicrobianos es innecesaria o inapropiada. “Tenemos una guerra biológica con las bacterias y ellas están ganando”, advirtió ayer el coordinador del programa andaluz, el primero de este tipo que se desarrolla en los hospitales españoles.
Los responsables del Virgen del Rocío, el principal hospital de Andalucía y que alberga la UCI más grande de España, se propusieron dar la vuelta a esta tendencia y, en mayo de 2010, pusieron en marcha el Programa Institucional para la Optimización del Tratamiento Antimicrobiano (Prioman), basado en un plan de formación continuada para que todos los médicos conozcan los últimos avances en las recomendaciones de uso de los antibióticos. La principal pata del programa son asesorías dirigidas en las que el médico y un asesor (miembro de un grupo seleccionado de expertos en enfermedades infecciosas) revisan juntos la terapia y los datos del paciente para buscar el mejor tratamiento. Además, se han editado guías y documentación adaptadas a cada especialidad.
Los resultados del primer año de funcionamiento, 2011, se han publicado esta semana en la versión online de la revista Clinical Microbiology Diseases, de la European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases. Además de la caída en el uso de antibióticos, los datos muestran que la calidad de la prescripción (que los especialistas hayan seleccionado la mejor opción terapéutica en cada caso, según la evidencia científica disponible) ha aumentado un 26,6%.
En el primer trimestre de 2011, los antibióticos se emplearon de forma inadecuada (ya sea por la propia elección del medicamento o por la dosis administrada) en el 53% de los casos, una tasa “habitual” en los hospitales españoles, según el coordinador del programa. En el cuarto trimestre del año, ese mal uso se había reducido a la mitad. “Conseguir el 100% es difícil, pero el objetivo del programa es la excelencia, superar el 90% de buen uso”, señala el doctor Cisneros.
Los resultados muestran que la caída en la prescripción de antibióticos no ha incrementado la mortalidad, mientras que la resistencia de los microbios a los tratamientos se ha reducido en cuatro de las seis bacterias que más problemas estaban dando a los médicos del Virgen del Rocío.
La caída del consumo de antibióticos ha supuesto también un ahorro económico cifrado en un millón de euros el primer año. En plena vorágine de recortes y de búsqueda desesperada de nuevas opciones de ahorro, el Servicio Andaluz de Salud ya ha visto en este programa una opción cierta de reducir gastos. Según explicó ayer la consejera del ramo, María Jesús Montero, el programa se extenderá este año a los 47 hospitales públicos andaluces, lo que podría suponer un ahorro de entre cinco y ocho millones de euros anuales. A partir de 2014, llegará a los más de 1.500 centros de salud de la comunidad.
Fuente: www.elpais.com