La SEMICYUC apoya a sus MIR, el futuro de la medicina intensiva
- La próxima convocatoria MIR 2018 que tendrá lugar el próximo 2 de febrero, oferta 163 plazas para la especialidad de intensiva del total de 6797.
- El nuevo Plan Estratégico de la SEMICYUC incluye dar visibilidad y proyección social a la medicina intensiva desde la universidad hasta los servicios de medicina intensiva.
- Otros países han adoptado el modelo español de medicina intensiva como especialidad primaria.
Madrid, 1 de febrero de 2019. Desde 1978 la medicina intensiva está considerada en España como especialidad, reconocimiento derivado de la importancia de las unidades de cuidados intensivos en el sistema hospitalario español. Desde entonces, se ha desarrollado un programa formativo de 5 años, dos troncales en las diferentes especialidades médicas y tres de formación específica, que a lo largo de estos 40 años ha demostrado una variada e intensa actividad lo que permite que cada vez sean más los estudiantes de medicina que se deciden por esta especialidad a la hora de elegir su formación. Tal es el reconocimiento que ha ganado la especialidad en las últimas décadas, que en otros países ya se ha implantado el modelo español para la formación de especialistas en medicina intensiva, como Suiza, Australia, Nueva Zelanda o Portugal.
La Comisión Nacional de Medicina Intensiva define la especialidad como la parte de la medicina que se ocupa de los pacientes con disfunción actual o potencial de uno o varios órganos que representa una amenaza para sus vidas y son susceptibles de recuperación. Entre sus ámbitos de actuación están los servicios de medicina intensiva, tanto los polivalentes como los dedicados a una sola especialidad, médica o quirúrgica, y otras áreas del sistema sanitario donde haya pacientes gravemente enfermos que requieran una atención integral, desarrollándose el concepto de UCI extendida o UCI sin paredes. Como consecuencia de la progresiva demanda social que existe cada vez mayores niveles de asistencia, y del desarrollo profesional que permite asistir a los pacientes por encima de los límites convencionales, la medicina intensiva representa la adquisición de competencias que son la suma de conocimientos, habilidades y actitudes que significan el último escalón asistencial de un sistema de atención progresiva a los pacientes graves o potencialmente graves, también denominados pacientes críticos.
En la próxima convocatoria MIR 2018 que tendrá lugar el próximo 2 de febrero, se ofertan 163 plazas del total de 6797 de todas las especialidades. En los últimos años la Comisión Nacional de Medicina Intensiva ha estado trabajando para actualizar el contenido del programa MIR de la especialidad. En la actualidad, tras el giro que ha dado la suspensión de la troncalidad, el Real Decreto de Especialidades que está en desarrollo no debería cambiar la situación de la especialidad manteniendo un programa de formación de 5 años, dos de ellos de formación transversal general y 3 años de formación específica en competencias de medicina intensiva.
A pesar de los avances recientemente comentados, y de la implicación de la SEMICYUC en buscar soluciones para sus MIR, el futuro de la especialidad; todavía queda un largo camino por recorrer al respecto, no solo con la parte final del proceso del médico en formación, sino desde la universidad. Comenta el Dr. Ignacio Pellín, Vocal de los MIR de la SEMICYUC que “desafortunadamente, son todavía muy pocas las universidades en las que existe la asignatura de medicina intensiva, y son muy pocos los alumnos que rotan como estudiantes por una unidad de medicina intensiva, lo que hace que la mayoría de estudiantes de medicina se gradúen sin tener una idea clara de lo que hace un médico intensivista o lo que ocurre dentro de una UCI. Y esto hablando del sector médico, el desconocimiento de nuestra especialidad entre la población general es aún mayor. Este echo es el que queremos combatir desde la SEMICYUC; tanto es así que la visibilidad y proyección social de la medicina Intensiva es una de las líneas a desarrollar dentro del nuevo Plan Estratégico 2018-2022 presentado en el pasado congreso nacional. El objetivo es acercar la medicina intensiva a la población, destacando el papel de los profesionales de intensivos a través de temas de interés. Del mismo modo, nos gustaría tener más presencia en la universidad”.
En relación a esta realidad, la Dra. María Cruz Martín Delgado, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias, comenta que “en estos momentos lo más importante es que el nuevo programa actualizado, presentado ya en diferentes ocasiones, con competencias adaptadas a las nuevas realidades y necesidades formativas entre en vigor. Por otro lado, es importante conocer con datos reales las necesidades actuales y futuras de profesionales de esta especialidad que permitan adecuar la oferta formativa a las mismas. Por ello la SEMICYUC tiene previsto llevar a cabo un estudio que permita actualizar la información de la situación actual y las previsiones en los próximos años, y que ayude a planificar los recursos futuros. La tendencia actual muestra una mayor necesidad de la medicina intensiva y hemos de asegurar que el número de profesionales de nuestra especialidad sea el adecuado para atender una demanda creciente”.
A pesar de “lo que queda por hacer”, el camino hecho tiene ya un largo recorrido trazado, en el que la SEMICYUC ejerce una labor fundamental como garante de la especialidad, proporcionando formación complementaria de alto nivel a los médicos especialistas y a los residentes, y estimulando y favoreciendo la producción de nuevo conocimiento científico especializado.
Uno de los pasos importantes que se ha dado es el reconocimiento al papel de la medicina intensiva dentro del modelo español de donación y trasplante, labor realizada en estrecha colaboración con la Organización Nacional de Trasplantes desde hace mas de 20 años, ya que en la mayoría de los hospitales el coordinador de trasplantes es un médico intensivista.
Este modelo es universalmente reconocido como el más efectivo del mundo para el desarrollo de un sistema de donación. La filosofía que lo inspiró desde el primer momento es un sistema centrado en la adecuada organización de todos los pasos necesarios para que se materialice la donación de órganos de los pacientes fallecidos. Los encargados de gestionar este proceso son mayoritariamente intensivistas. No podía ser de otra forma si tenemos en cuenta que la donación de órganos gira alrededor de un enfermo a quien hay que realizar el diagnóstico de muerte, mantener en perfecta situación hemodinámica, contactar con la familia, organizar todo el proceso de extracción y trasplante de órganos, etc. Son tareas para las que los especialistas en medicina intensiva de nuestro país están perfectamente entrenados.
“Gracias a la estrecha colaboración con la ONT, los residentes de medicina intensiva recibimos formación específica sobre diferentes temas relacionados con el trasplante de órganos a lo largo de nuestra residencia; en los programas conjuntos, se tratan temas como la comunicación de malas noticias, cuidados intensivos orientados a la donación, mantenimiento del donante en muerte encefálica...etc. Competencias imprescindibles para que los futuros especialistas nos integremos en el exitoso programa nacional de trasplantes, poniéndonos en contacto desde un principio con una realidad cada vez más presente en las UCI, capacitándonos tanto para la detección y mantenimiento del donante potencial, como para la posible coordinación de trasplantes” reconoce el Dr. Pellín.
La SEMICYUC con sus MIR
El apoyo de la sociedad científica a los residentes de su especialidad es uno de los compromisos permanentes de la SEMICYUC. Una de las acciones que se renueva cada año son los cursos enfocados a la integración de los MIR en las unidades de cuidados intensivos. El residente de medicina intensiva, en líneas generales, frecuenta poco su propio servicio durante los dos primeros años de especialidad debido a las rotaciones que realiza por diferentes especialidades para adquirir una formación básica sólida y transversal, antes de formarse en competencias específicas de la medicina intensiva. Este curso de la SEMICYUC, “Instrumentos diagnósticos y terapéuticos en medicina intensiva”, orientado estratégicamente a residentes de segundo año (R2), supone un primer contacto con el idioma propio y la tecnología de las unidades de cuidados intensivos, así como con las patologías más frecuentes. De este modo, se afronta el inicio del tercer año de residencia con unas nociones básicas teóricas que resultan muy útiles para no sentirse tan perdido al empezar a rotar en la UCI. Se realizan dos ediciones anuales, en febrero y octubre, para poder albergar a todos los residentes y satisfacer la demanda. El programa, dividido a lo largo de cinco días, abarca temas imprescindibles en las UCI como la ventilación mecánica, el equilibrio ácido base y terapias de depuración extrarrenal, pruebas de imagen, antibioterapia, monitorización y soporte hemodinámico. "Sin lugar a dudas, la SEMICYUC debe jugar un papel importante como apoyo en la formación de sus residentes. Por un lado, mediante una oferta formativa adecuada y adaptada y, por otro, ayudándonos a discernir qué cursos son relevantes como complemento a nuestro desarrollo profesional mediante los avales. Para mí, un curso avalado por la SEMICYUC, supone un nivel de interés y calidad científica adecuado que ha sido revisado por el Comité Científico, lo que me proporciona seguridad a la hora de elegir” comenta el Dr. Pellín.
En esta línea la SEMICYUC tiene oferta formativa propia, una apuesta clara por parte de la sociedad para el desarrollo de los residentes. Es por ello que se han lanzado los primeros cursos SEMICYUC on-line, como el de “Manejo de las alteraciones hidroelectrolíticas y del medio interno en el paciente crítico” y “Epidemiología básica” con excelente acogida, cursos en colaboración con tras sociedades científicas como el “Curso de experto en formación de optimización de antimicrobianos en pacientes críticos” realizado en colaboración de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaría (SEFH), los cursos de donación en colaboración con la Organización Nacional de Trasplantes, o cursos que incorporan nuevas herramientas docentes como el “Curso de instructores en Simulación Clínica”. Del mismo modo, el congreso nacional, que este año se celebrará en Palma de Mallorca, ofrece a los MIR la oportunidad perfecta para poder exponer sus primeros posters o comunicaciones. Además, está a punto de lanzar la última iniciativa vinculada a sus residentes, la Plataforma MIR. “Es un proyecto que desarrolló mi antecesor, el Dr. Suárez. En base a las líneas que ha dejado trazadas, estamos creando una plataforma interactiva en la que podamos estar en contacto todos los socios MIR y que nos sirva como nexo de unión para informarnos de cursos interesantes para nuestra formación, resolución de dudas, consejos sobre rotaciones externas, incluso estaría bien tener una sección de intercambio de habitaciones cuando vamos a rotar a otras ciudades”, informa el Vocal de los MIR de la SEMICYUC.
Otra de las líneas de trabajo es la de crear acciones conjuntas con los tutores de los residentes, buscando foros en los que se puedan compartir experiencias y desarrollando herramientas formativas y evaluativas basadas en competencias, un ejemplo de ellos ha sido el “Curso de debriefing” realizado recientemente. “Pretendemos homogeneizar la formación de nuestros MIR. Nos queremos asegurar de que todos los residentes reciban la formación necesaria. Desde la SEMICYUC proyectamos siempre un claro apoyo a nuestros residentes. Reconocemos la importancia de los médicos en formación, porque no podemos obviar que el futuro de nuestra especialidad y de nuestra sociedad científica está en sus manos”, concluye la presidenta de la SEMICYUC.