La Semicyuc ve la prueba como la titulación académica oficial que necesita la especialidad para acreditar las competencias de sus residentes en Europa.

La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha incorporado un nuevo matiz al ya de por sí complejo debate de la reforma troncal al pedir al Ministerio de Sanidad que introduzca cuanto antes un examen obligatorio al final del periodo MIR. El 48º congreso nacional de la sociedad científica, que se clausura mañana en Tenerife, está muy centrado en la especificidad académica de esta especialidad en el contexto europeo y en los matices que introducirá en España la inminente reforma troncal. Además de nuestro país, sólo Suiza, Inglaterra e Irlanda reconocen a Intensiva como una especialidad primaria, aunque en estos tres países, además, se puede acceder a ella tras cursar dos años comunes en otra especialidad, una posibilidad que también existirá en España cuando se apruebe la troncalidad. En el resto de los países de la UE la vía de acceso es tan dispar que la Sociedad Europea de Medicina Intensiva y la UEMS diseñaron el mapa homogéneo de competencias (Cobatrice) que debe reunir todo intensivista europeo. El examen voluntario (EDIC) que la Sociedad Europea celebra anualmente en varias sedes europeas certifica que quienes lo aprueben tienen esas competencias, pero como recuerda José Cuñat, presidente saliente de la Semicyuc, "es una prueba con prestigio y total rigor científico, pero, al no ser obligatoria, carece de la validez académica que buscamos para paliar la heterogeneidad formativa europea".

Tanto Cuñat como su sucesor en la Presidencia, Lluís Blanch (que mañana accede oficialmente al cargo), coinciden en que el programa formativo español de Intensiva reúne incluso más competencias que las 103 que fija el Cobatrice, y ven en el examen al final del MIR la prueba idónea (con validez científica, pero también académica) para que el intensivista español acredite su preparación en el entorno europeo. "Nos consta que estudiantes y residentes no ven con buenos ojos pasar otro examen al final del MIR, pero creemos que la evaluación continua no es suficiente, al menos para Intensiva, y haría falta una acreditación oficial de que el MIR ha adquirido esas competencias", afirma Cuñat.

Precisamente, las reticencias de la comunidad educativa y la compleja implantación de la troncalidad han hecho que Sanidad aparque (al menos hasta la aprobación del real decreto) la posible implantación del examen al final del MIR, una posibilidad que recoge la LOPS y que, posteriormente, desarrolla el decreto formativo del residente.

Colaboración

Blanch, hasta ahora vicepresidente de la SEMICYUC (como marcan los estatutos de la sociedad), inicia pues sus dos años de mandato marcados por la inminente aprobación de una troncalidad que, según él, "reforzará el modelo docente español, muy consolidado desde hace 38 años, y en el que se miran muchos países europeos". De hecho, el llamado Grupo de Trabajo de Asuntos Profesionales, que funciona ya en el seno de la sociedad, busca, según Blanch, "herramientas y recursos" para mejorar la formación del MIR, desde "cursos específicos de perfeccionamiento hasta recomendaciones a los residentes españoles para que hagan el examen europeo, en espera de que la prueba tenga una validación oficial definitiva".

Entre sus objetivos para los dos próximos años, Blanch también espera reforzar los lazos de la Semicyuc con sociedades europeas e internacionales, y fomentar la colaboración con Administración e institutos nacionales para potenciar "la investigación de calidad en el cuidado del paciente crítico.