La RCP logra una supervivencia entre el 12% y el 25% sobre los pacientes en parada cardiaca

 

A diario vemos en televisión este tipo de maniobras, pero hay detalles desconocidos como la importancia de mantener la resucitación durante todo el tiempo que sea necesario, o el protocolo de aviso a los servicios de emergencia. Estas maniobras incrementan la supervivencia de los pacientes en parada cardiaca en un 12% si se aplican en el ámbito extrahospitalario y el 25% si son atendidos de manera intrahospitalaria según se declaró en el transcurso de la Campaña ‘UCI es Vida’ en Logroño.

‘En los últimos años hemos visto cómo se han instalado dispositivos de resucitación en grandes superficies como instalaciones deportivas o centros comerciales, pero en ocasiones la población no está formada para utilizarlos en caso de ser necesarios’ asegura el doctor José Luis Monzón, miembro de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC) organizadora de la campaña UCI es Vida junto a Carefusion.

El masaje cardiaco es fundamental para mantener a una persona viva. A través de esta resucitación, se mantiene el flujo sanguíneo y la oxigenación de tejidos y órganos, reduciendo su deterioro, por eso es fundamental iniciar la resucitación cuanto antes y  durante el tiempo necesario hasta que llegue personal de emergencias para atender al paciente.

Cómo hacer

Los intensivistas insisten en la necesidad de recordar que el primer paso es avisar a los servicios de emergencia a través del 112. Mientras llegan se comprueba si está consciente y respira. En caso negativo es necesario comenzar con la resucitación.

El proceso consiste en comprimir el corazón entre el esternón y la columna vertebral cargando nuestro peso sobre el tercio inferior del esternón del paciente. Localizar el punto de aplicación situado un par de dedos por encima del final de esternón. Esta es la zona donde realizaremos las compresiones que seguirán las secuencia 30-2, es decir por cada treinta compresiones se efectúan dos insuflaciones con el aire espirado del resucitador sobre la boca del paciente.

Se pone una mano sobre la otra con el talón sobre la víctima, mejor entrelazando los dedos, y con los brazos rectos y perpendiculares al pecho de la víctima se deja caer el peso con el fin de hacer descender el tórax unos centímetros.

Es necesario que se repita el proceso hasta que lleguen los servicios de emergencia.

 UCI es vida

La campaña ‘UCI es Vida’ promovida por la SEMICYUC y Carefusion busca mostrar el trabajo de los intensivistas y enfermeras en las Unidades de Cuidados Intensivos. Allí los asistentes pueden comprobar de primera mano cómo es el día a día de la atención a los pacientes allí ingresados, a través de las explicaciones de personal especializado que muestra cómo son los protocolos de atención y el funcionamiento de sus aparatajes  más frecuentes.