El retraso en el tratamiento de la sepsis aumenta su mortalidad de forma exponencial
Con motivo del Día Mundial de la Sepsis, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha dado a conocer nuevos datos que muestran la importancia de administrar un tratamiento lo más rápido posible, ya que diferentes estudios han demostrado que cada hora de retraso aumenta la mortalidad. Los expertos han calificado a esta enfermedad como tiempo-dependiente.
La sepsis aparece como respuesta del organismo a una infección y daña sus propios órganos y tejidos. Lo más común es que comience cursando con fiebre y luego, en función del foco, los síntomas varían pero si no se trata rápidamente puede desembocar en shock y muerte del paciente. Según Pedro Olaechea, intensivista implicado en el registro Envin-Helics –Estudio Nacional de Vigilancia de Infección Nosocomial-, “es una de las enfermedades más prevalentes y su aumento ha sido exponencial. En los últimos años el número de casos se ha duplicado y se ha triplicado su número tras una cirugía. Además, los episodios de sepsis grave y de shock séptico suponen entre un 28 y un 39 por ciento del total. Esto supone que por cada 100.000 personas en un año 367 sufrirán sepsis; 104, su forma grave y 31, shock séptico. No hay enfermedad que sea más frecuente. Cada cuatro segundos provoca la muerte de una persona en el mundo”. Y es más, Olaechea señala que no lograrán sobrevivir el 36 por ciento de todos los casos, el 20 por ciento de los pacientes con sepsis grave y el 50 de los que sufren un shock séptico.
La mortalidad es mayor en ancianos, cuando el foco de infección está en el abdomen y cuando el tratamiento se retrasa. Un estudio reciente ha demostrado que en casos de shock séptico, si se administran antibióticos antes de cuatro horas la supervivencia es mayor del 50 por ciento. Sin embargo, si pasan más de doce horas los pacientes que sobrevivirán serán menos del 15 por ciento.
Por otra parte, estos enfermos tienen estancias hospitalarias al menos un 70 por ciento mayores, lo que implica un mayor coste. En Estados Unidos el coste del tratamiento de un paciente sin sepsis suele costar 23000 dólares de media. En caso de padecerla, la cifra sube a 86000 dólares.
Según Mercedes Palomar, intensivista del Hospital Valle de Hebrón de Barcelona, “los costes son elevados y crecientes debido al aumento de continuado de su incidencia. Es una emergencia sanitaria que si se trata de forma precoz mejora mucho el pronóstico del paciente. Produce más casos que el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad cardiovascular y el VIH”. Y apuntó a la necesidad de “concienciar a la sociedad, a los organismos científicos y a las autoridades sanitarias”.
Por otra parte, Palomar ha destacado que para evitar las resistencias fruto del uso indiscriminado de los antibióticos lo mejor es “tratarlos como si fueran un tesoro. Desde hace diez años la industria farmacéutica solo ha sacado al mercado variaciones de otros que ya había, ninguno de ellos es completamente nuevo”.
Objetivos para 2020
Para 2020 se han establecido unos objetivos a nivel internacional que consisten en la reducción de un 20 por ciento de la incidencia de la sepsis, el aumento de la supervivencia de los pacientes, la promoción de la higiene de manos, el suministro de agua potable, la prevención de las secuelas y mejoras en salud pública, el estado nutricional y el acceso a los programas de vacunación.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Sepsis, más de sesenta UCIs de España organizarán actividades científicas o de divulgación para médicos y enfermeras, ha apuntado José Cuñat, presidente de Semicyuc. Uno de los proyectos que tiene esta sociedad es el registro de los casos en las UCI. Con los resultados esperan poder aumentar la supervivencia de los pacientes en un futuro. Además, colabora íntimamente con Edusepsis, un programa de formación para profesionales sanitarios cuyo objetivo es la disminución de los casos de esta patología.
En España cada 90 minutos llega una persona a un hospital con shock séptico o sepsis grave. Y las probabilidades de que ese paciente no salga adelante son de un 33 por ciento. Teniendo en cuenta que el tiempo medio a la hora de comenzar un tratamiento son tres horas, Ricard Ferrer, intensivista del Hospital Universitario Mutua Tarrasa de Barcelona, ha admitido que hay “un margen de mejora. De ahí la campaña de Edusepsis ‘Tu velocidad es vida’ dirigida a médicos y enfermeras. Se ha comprobado que la intervención educativa en médicos y enfermeras de unidades de críticos aumenta el cumplimiento terapéutico consiguiendo disminuir de un 40 a un 30 por ciento la mortalidad por sepsis”. Esta disminución se ha conseguido simplemente atendiendo mejor y más rápido a los pacientes con los tratamientos disponibles, lo que resulta especialmente importante en las intervenciones en niños, pues es de suponer que a ellos les quedan más años de vida.
Además, Ferrer ha resaltado la diferencia entre el coste de un episodio de sepsis en Alemania y en España. Mientras que en Alemania supone un coste de 25000 a 50000 euros, en España se gastan 17000 euros debido a la eficiencia del sistema sanitario español y a que los salarios de los profesionales sanitarios son menores. Y ha apuntado otro tipo de costes que no se contabilizan en euros pero que también cuentan para el paciente como son las secuelas –debilidad neuromuscular, dolor crónico, estrés postraumático, deterioro cognitivo, depresión- y las consecuencias a nivel familiar y profesional.
Entre el 70 y el 80 por ciento de las sepsis tienen un origen comunitario. Sólo el 20 por ciento se detectan en la UCI. Por eso, según Ferrer, para aumentar la supervivencia es “necesario que el paciente acuda al centro hospitalario, que allí se haga un reconocimiento precoz, se le administre el tratamiento inicial rápidamente, obtenga una atención especializada en unidades de pacientes críticos y un abordaje multidisciplinar".
El caso del Hospital Son Llatzer
A finales de 2005 en el Hospital Son Llatzer de Mallorca se desarrolló un protocolo de actuación sobre el manejo integral de la sepsis grave y el shock séptico que incluye pacientes adultos con criterios de sospecha en urgencias, UCI y planta. "Este protocolo ha conseguido disminuir los pacientes que llegan a la UCI con sepsis de un 73 por ciento en 2006 a un 40 en 2011", ha contado Marcio Borges, intensivista de dicho centro.
Después, se creó una Unidad Funcional Multidisciplinar de Sepsis formada por tres intensivistas, tres internistas, tres médicos de urgencias, dos neumólogos, cinco microbiólogos, un cirujano, un farmacéutico y un enfermero. Tanto el protocolo como la unidad han conseguido reducir la estancia –y por tanto también el coste- de los pacientes con sepsis de 27 días en 2005 a 9 días en 2010, así como la mortalidad de un 30 por ciento en 2006 a un 15 en 2011.
FUENTE: Redacción Médica (pinche aquí para ver la noticia completa con vídeos e imágenes)